CARLA BRUNI

“…”Erguirse”fue el momento inaugural de una triple liberación. Libero las manos, lo cual permitió el paso al Homo faber. Libero la glotis y las manos, lo cual permitió el paso al hombre parlante, y la voz humana convertirse en esse instrumento mágico para la palabra y el canto.
Por ultimo, libero el rostro; en lugar de ser un “hocico” tendido hacia delante a rãs del suelo como el de un animal que merodea en busca de alimento, el rostro pasa a formar parte de una cabeza posada apacible y noblemente sobre los hombros. Esse rostro puede volver, com soberana soltura, su mirada hacia la altura y la lejanía, intercambiar sonrisas com sus semejantes, dejar que afloren sentimientos y emociones procedentes de la profundidad, que se elevan hacia la cima y acaban modelándola. Tengamos la ousadia de afirmar que, si todo rostro de ódio es feo, en cambio todo rostro en su bondade es bello. El rostro es el tesoro único que cada cual ofrece al mundo. …”

François Cheng em “Cinco meditaciones sobre la belleza”